sábado, 15 de septiembre de 2012

Lilly Goodman Puede ser desde Lakewood Church (Gracias señor JESUS porque siempre estas con nostros)

El Reino de Dios:
la religión política de Jesús
La religión política de Jesús
Es indudable que la expresión “Reino/Reinado de Dios”
era central para Jesús. Cumple los requisitos del criterio histórico
más estricto, el de desemejanza: no era de uso frecuente
en el judaísmo y tampoco se explica como proyección del
cristianismo primitivo, donde la expresión pronto cayó en
desuso. Nos vamos a preguntar: ¿qué sentido tenía esta expresión
para Jesús?, ¿qué implicaba su uso?, ¿cómo se relaciona con
el conjunto de su mensaje?
Voy a comenzar con dos advertencias que nos ayudarán a
situar el asunto. La primera es pertinente en este caso y a tener
en cuenta también siempre cuando nos referimos al lenguaje
bíblico e, incluso, teológico: el Reino de Dios en la Biblia no
es un concepto claro y distinto, que se pueda definir con toda
precisión. Es, más bien, un símbolo lingüístico evocador, sugerente,
abierto. Lo que no nos exime de intentar descubrir el
sentido en cada caso, sino todo lo contrario, porque puede ser
utilizado de formas muy diferentes.
La segunda es la necesidad de realizar un esfuerzo para introducirnos
en el mundo social en que se movieron Jesús y sus
contemporáneos (valores culturales, convenciones no explicitadas
pero supuestas por los escritores de los evangelios y por
sus primeros lectores). El peligro del anacronismo y del etnocentrismo,
es decir, proyectar nuestras propias categorías, erigidas
en baremo de lo humano sin más, acecha siempre a la
cultura occidental y, desde luego, a la exégesis bíblica más al

El Reino de Dios:
la religión política de Jesús
uso. Por eso hay que tener muy presente que en el mundo antiguo
greco-romano había dos grandes ámbitos de experiencia,
el político (de polis, la ciudad) y el doméstico (de oikos/domus,
la casa), dentro de los cuales se subsumían lo religioso y lo económico,
que en el mundo moderno se han convertido en esferas
autónomas y separadas de la actividad humana. En Roma
había una religión pública, que evidentemente servía para legitimar
el orden social y, sobre todo, a la persona del emperador,
que venía a ser divinizada.

cristianismo en la edad media...




CONTENIDO DEL CRISTIANISMO

Difusión mundial

Según un estudio de 2005, habría en el mundo más de 2100 millones de cristianos,[7] o cerca de un tercio de la población mundial, siendo la religión con más seguidores del mundo. Otro estudio, publicado en 2011, habla de 2180 millones de cristianos en el mundo.[8]

Creencias

Existe un núcleo más o menos compartido de creencias y doctrinas entre los diferentes grupos cristianos. En ese núcleo encontramos las siguientes creencias:
  • El hombre fue creado por Dios.
  • También el mundo material fue creado por dicho Dios, y Dios ha intervenido en algunas ocasiones en el mundo físico.
  • Dios espera una conducta recta de los creyentes; premia a quien se ha portado bien y castiga a quien se ha portado mal.
  • Dios es único y al mismo tiempo hay tres personas distintas (Padre, Hijo y Espíritu Santo); es decir, se acepta la doctrina de la Trinidad.
  • El Hijo tomó carne y vivió entre los hombres. En cuanto verdadero hombre es Jesús de Nazaret, que lleva a su plenitud la acción de Dios a favor de la humanidad.
Sin embargo, en otras creencias y doctrinas los cristianos difieren entre ellos, por ejemplo sobre cual es el criterio válido para aceptar una creencia. Para los católicos y ortodoxos sus respectivas iglesias están instituidas o tuteladas de algún modo por Dios para servir de guía a los cristianos. Para los protestantes la principal fuente de conocimiento es la Biblia y la gracia divina que Dios concede a ciertos hombres. En general todos los cristianos reconocen que las acciones de Dios quiere sean llevadas a cabo esán inspiradas por el Espíritu Santo. Los escritos sagrados, entre los que destaca la Biblia, siendo la principal fuente doctrinal válida de muchas denominaciones, en particular las de corriente protestante.
Otra fuente doctrinal importante son la tradición apostólica (especialmente para la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa), los concilios y los credos, aunque no poseen necesariamente la unicidad de criterios para su aceptación, ya que pueden ser asumidos total o parcialmente, o rechazados totalmente, dependiendo de la denominación. Algunas tradiciones cristianas, tales como los bautistas y las Iglesias de Cristo, aceptan estas creencias, pero no el credo mismo, debido a que los credos son considerados en estos grupos como no pertenecientes a las escrituras. Todo lo anterior sucede también con otros escritos aunque no poseen tanta aceptación como la Biblia. Sin embargo el catolicismo argumenta que fue gracias a su Tradición apostólica que tuvo los criterios para seleccionar los documentos válidos que constituyen el Nuevo Testamento y denominar los apócrifos , durante el año 397 en el concilio de Cartago. Además la imprenta solo se inventó en el siglo XV en Alemania, por tanto los creyentes no contaban con la biblia para sustentar su doctrina; había muy pocas biblias pues eran escritas manualmente por los monjes durante jornadas de varios años y eran demasiado costosas. Es decir que antes que los cristianos pudieran apoyarse en el Nuevo Testamento, tenían que hacerlo en la Tradición de la Iglesia.
Ya desde los primeros tiempos de difusión de las enseñanzas de Cristo y de las diferentes escuelas que formaron los discípulos suyos al final de su vida y su ministerios históricos, biográficos y humanos,[9] surgieron diferencias muy significativas respecto del papel e importancia de Cristo, de su misión redentora, de su naturaleza, y de su glorificación, y de muy numerosas cuestiones doctrinales referentes a su predicación y enseñanzas, la selección de textos que pudieron haberlas descrito de forma más correcta —el Nuevo Testamento, los llamados Logia (dichos o palabras) de Jesús, o bien, los evangelios y escritos gnósticos y apócrifos—, y la interpretación —textual o contextual— de los cuerpos de textos sagrados.
De hecho, de los doce que, según el testimonio de dos de los llamados Evangelios canónicos, habrían sido investidos como apóstoles de forma original, sólo cinco de ellos dejaron documentos que fueron admitidos en el Canon del Nuevo Testamento, el resto de los doce —incluyendo a Judas Iscariote—, y algunos de los cinco ya antes mencionados, pasaron a la historia como autores de documentos gnósticos, que, al paso de los siglos, dejaron de ser vistos como textos sagrados, llegando a ser tenidos por apócrifos.
Debe tenerse en cuenta que el nombre de cristianos ha sido compartido a través de los siglos, y no siempre de formas muy armónicas, por grupos numerosos de creyentes, cada cual, a su vez llegó a desconocer como cristianos a grupos con posturas dogmáticas concretas distintas de las propias. Dicho de otra forma, cristianos es el nombre común de grupos tan distintos entre sí como los católicos, marcionitas, arrianos, nestorianos, coptos, jacobitas, ortodoxos, cátaros o albigenses, anglicanos, protestantes, veterocatólicos y otros tipos de grupos que reflejan posturas dogmáticas concretas más disímiles.
  • Jesucristo es el Mesías (o Cristo) descrito en el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento. Las corrientes principales del cristianismo aseguran que es completamente Dios (o divino) y completamente humano.
  • La "Resurrección General", en la cual las personas que han muerto junto con los que se encontraren vivos para ese momento se levantarán de la muerte al final del tiempo, para ser juzgadas por Jesucristo.
No todos los cristianos han aceptado completamente estos estatutos de fe. De hecho, la mayor parte de los credos apuntan a diferenciar ciertas creencias de otros cristianos primitivos, los cuales son tomados usualmente como heréticos, ya que representan una divergencia consciente de la corriente principal del cristianismo. La mayoría de las disputas se centran en la divinidad de Jesús, la Trinidad, o ambos. Ejemplos de esto incluyen a los grupos ebionitas, los cuales niegan la divinidad de Jesús; los no trinitarios o unitarios, que rechazan el dogma de la Trinidad; los grupos docetistas, que niegan que Cristo haya sido humano; o los arrianos, quienes consideran que el Hijo de Dios es una criatura creada por Dios, pero no Dios mismo, entre otros.

Escrituras


Biblia Vulgata.
Existe dentro del cristianismo una agrupación de libros en lo que se conoce como Biblia, que contiene texto sagrado para su consideración y obediencia. Las distintas denominaciones cristianas varían en cuanto a la forma de traducción e interpretación de dichas escrituras.

Textos

Virtualmente todas las iglesias cristianas aceptan la autoridad de la Biblia, lo cual incluye el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, si bien el canon bíblico, o libros que se incluyen, difieren entre las diferentes denominaciones, como es el caso del Antiguo Testamento.
Las distintas iglesias cristianas ortodoxas, así como distintas iglesias orientales de dogma nestoriano y eutiquiano, y la iglesia católica latina occidental, incluyen en sus Biblias otros libros llamados los deuterocanónicos, que las comunidades cristianas primitivas habían recibido en la Biblia Septuaginta, bastante más extensa que el Tanaj judío hebreo-arameo, de las comunidades israelitas de habla griega de todo el Mundo Clásico.
Debido a la ignorancia de algunos de los padres de la iglesia de esta transferencia cultural, la iglesia occidental mantuvo una postura bastante reservada hacia estos escritos, los deuterocanónicos, durante algunos Siglos (Siglos III al V). Pero ratificó su pertenencia al canon de la Biblia en los Concilios II de Roma (382), III de Hipona (393), III de Cartago (397) y IV de Cartago (419).
Durante la Reforma protestante del Siglo XVI, Lutero decidió que no eran inspirados, y retomó el Tanaj como su fundamento para el canon del Antiguo Testamento. En medio del debate suscitado, la iglesia occidental ratificó la decisión de recibirlos como parte del canon durante los trabajos del Concilio de Trento (1546).
Las distintas iglesias cristianas ortodoxas, nestorianas de Oriente y eutiquianas de África, reivindican posturas bastante más eclécticas; pues asumen posturas de padres de la iglesia junto a las decisiones conciliares tempranas de la iglesia latina occidental. A causa de lo cual, el canon de sus Biblias es bastante más amplio que el canon de la iglesia latina occidental, e incluye el Salmo 151, la Oración de Manasés, el Libro III de Esdras y el Libro III de los Macabeos. (Además de éstos, el Libro IV de Esdras y el Libro IV de los Macabeos figuran, así mismo, en muchas importantes versiones y ediciones de la Biblia.)
Cada grupo cristiano suele llamar apócrifos a todos los escritos no incluidos en su versión del canon, si bien las diferentes confesiones dentro del cristianismo coinciden en el uso de este término para hacer referencia a los textos excluidos del canon de las Biblias cristianas ortodoxas. Solamente la iglesia latina, y algunos protestantes respetuosos, llaman deuterocanónicos a los libros católicos ausentes de las Biblias protestantes. Las iglesias de Oriente rechazan de manera terminante el uso occidental de distinguir los libros propios del canon amplio, de los protocanónicos comunes a todos los cristianos.
Algunos grupos cristianos también han generado escrituras adicionales y son consideradas como escritura "inspirada". Ejemplos muy conocidos incluyen los escritos de Ellen G. White, teóloga y doctora de la Iglesia Adventista del Séptimo Día; el Libro de Mormón, adscrito a Jesucristo como otro Testamento, Doctrina y Convenios, y La Perla de Gran Precio, empleados por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; o las escrituras de Mary Baker Eddy, teórica y fundadora de la Ciencia Cristiana.
Otros, como los Testigos de Jehová, han producido sus propias traducciones de la Biblia en los que se asegura que son la única traducción totalmente confiable. Esta elevación de otras escrituras al mismo nivel de las escrituras aceptadas es la mayor causa de disputas entre estos grupos y las principales corrientes cristianas. Se podría esperar que los luteranos y los calvinistas considerasen las interpretaciones de Lutero y Calvino respectivamente con similar reverencia, pero no es así; de hecho la mayoría de los teólogos católicos y protestantes están de acuerdo que no son de ninguna forma "inspirados".
El grado de sacralidad de los textos bíblicos varía entre las distintas denominaciones. En el catolicismo y la iglesia ortodoxa, el texto suele ser considerado per se digno de algún grado de culto, y es llevado en procesión y colocado en altares o lugares dignificados. En el protestantismo, el texto carece de este tipo de valoración y sólo es tomado en cuenta, en forma independiente al libro físico, el contenido de las escrituras y su interpretación; sin embargo son denominados como 'fundamentalistas' debido a concentrarse y referirse a la biblia como si ésta fuera Dios mismo.

Interpretación

Entre las distintas denominaciones cristianas no existe consenso en la interpretación de la Biblia, lo cual ha sido la principal causa de las divisiones históricas y presentes en la doctrina y práctica cristiana. La posición más extrema en cuanto a la literalidad y conservacionismo del contenido de la Biblia cristiana se ha denominado "fundamentalismo cristiano" y se asocia principalmente al protestantismo. Esto tiene relación a uno de los principios de la Reforma, que es la sola scriptura de acuerdo a lo cual, se ve a la Biblia como la única y final fuente de fe y doctrinas y asume que cualquier creyente cristiano es capaz de interpretarla.
Católicos, ortodoxos y algunos anglicanos consideran a la Biblia como una fase formativa de la tradición de la iglesia, la cual ha sido continuada mediante decisiones de los concilios ecuménicos, las escrituras de los Padres de la Iglesia y, en el caso del catolicismo, por declaraciones papales.
Una de las causas de las diferencias en las interpretaciones radica en la precisión con la que se han traducido los textos de los originales y se ha transmitido su sentido, con las consideraciones etimológicas y lingüísticas que corresponden.
Debido a esto, existen en el mundo numerosas traducciones de la Biblia, cuyo sentido, muchas veces, carece de la fiabilidad requerida y varía su sentido, hasta el punto de generar controversias doctrinales o de aplicabilidad entre quienes las interpretan.







La vida después de la muerte

Las visiones de los cristianos de la vida después de la muerte generalmente involucran el Cielo (también llamado Paraíso) y el Infierno. El catolicismo, desde los primeros siglos cree en un lugar intermedio llamado Purgatorio. A excepción de este último (cuyos habitantes entrarán finalmente al Cielo, después de una "purificación"), la permanencia en estas regiones es usualmente asumida como eterna. Hay, sin embargo, algunos debates en este último punto, por ejemplo entre los ortodoxos.
Muchos cristianos interpretan la "salvación" como la posibilidad de entrar al Cielo como don de Dios (y escapar del Infierno) después de la muerte. La pregunta de "quién es salvo" ha sido considerada como un misterio por muchos teólogos, aunque los protestantes lo consideran como un tema de aceptación de Jesús como único Señor y Salvador, rasgo que es sólo la expresión de un hecho consumado para los predestinacionistas, como los calvinistas. La creencia de que todos serán o pueden ser salvos se conoce como universalismo que deriva de la idea de Apocatástasis aceptada entre otros por los ortodoxos griegos.
Generalmente no está claro cómo la vida después de la muerte se ajusta con la doctrina de la Resurrección General, en cuestiones como, por ejemplo, si la vida eterna comienza inmediatamente después de la muerte, o al final del tiempo; y si esta vida después de la muerte involucrará la resurrección de un cuerpo físico o en una forma espiritual glorificada. La mayoría de los cristianos aseguran que un alma sin conciencia sobrevive a la muerte física del cuerpo, aunque otros, rechazan esto diciendo que solamente los buenos serán físicamente "resucitados", mientras que los otros permanecerán en la tumba.
En cambio, algunos grupos, como los Adventistas del Séptimo Día, y los denominados Testigos de Jehová, aseguran que los muertos están inconscientes e impotentes en sus sepulcros, que no existe nada que sobreviva a la muerte del cuerpo físico, y que en la resurrección Dios devolverá la vida a quienes Él tenga en su memoria, tanto personas justas como injustas. Por lo tanto, lo que creen los Testigos es que la resurrección significará una reconstrucción completa de los seres humanos fallecidos que están durmiendo en el sueño de la muerte.
Algunas denominaciones cristianas, tratadas como apóstatas por las más numerosas o representativas corrientes existentes dentro del cristianismo, han promovido la creencia en la reencarnación (principalmente el Nuevo Pensamiento e iglesias de la Nueva Era) o espíritus (muchas iglesias espiritistas se identifican a sí mismas como cristianas). Estos grupos normalmente aseguran que tales doctrinas se pueden encontrar en la Biblia o en la tradición cristiana primitiva.

El fin del mundo

Escatología cristiana
El Credo Niceno afirma que este mundo algún día llegará a su fin, cuando Cristo regresará (véase Segunda Venida) para juzgar a los vivos y a los muertos e inaugurar un cielo nuevo y una tierra nueva. Además de esta importante doctrina, los cristianos mantienen diferentes opiniones del tiempo, significado y naturaleza de los eventos que preceden el retorno de Cristo. Varias interpretaciones escatológicas como el Futurismo, añaden detalles como el reinado del Anticristo, el Armagedón, el Rapto, y el Milenio. Aunque son de mucha importancia para ciertos grupos, la mayoría de los cristianos y las denominaciones cristianas no le dan un gran énfasis a las enseñanzas escatológicas enfocándose en el Evangelio y las enseñanzas de Cristo. Algunos cristianos esperan que estos eventos ocurran en un futuro muy distante, mientras otros lo interpretan de manera simbólica.
Otros insisten que el Juicio Final es inminente, siguiendo una antigua línea de pensamiento el cual posiblemente se extiende a Jesús mismo. Aunque Jesús no dijo el "día o la hora" otros han intentado predecir el fin del mundo en el año 1000 (la "Larga Noche de Terror"), 1666, 1844 (la Gran Decepción de la historia del movimiento millerita), 2000 y 2001 por nombrar algunos episodios históricos. Tales expectativas son fácil blanco para el humor (por ejemplo, El cuento del molinero de los Cuentos de Canterbury). Aun así, los principales grupos cristianos todavía afirman que algún día, el Juicio Final vendrá, y muchos no estarán preparados.
Algunos grupos sostienen que todos estos eventos ya están ocurriendo. Los Testigos de Jehová afirman que "los últimos días" referidos en la Biblia comenzaron en 1914, y que Cristo se encuentra gobernando de manera "invisible" desde esta fecha. La Iglesia de la Unificación enseña que Cristo ha retornado en la persona de su fundador, Sun Myung Moon.


Prácticas

En líneas generales, Jesucristo es para los cristianos el Hijo de Dios, por lo que sus prácticas se orientan hacia su relación con Dios, de la cual se desprenden sus actividades típicas.
Dentro de las prácticas ortodoxas y católicas, destacan especialmente siete sacramentos:
  • Bautismo, signo iniciático de introducción al cristianismo. (Bautismo en el Jordán por Juan Bautista);
  • Confirmación, signo que ratifica la fe en Jesucristo;
  • Eucaristía, signo litúrgico de la iglesia católica. (Última Cena);
  • Penitencia, signo de perdón, arrepentimiento de los pecados;
  • Orden Sacerdotal, por el que se inician los sacerdotes. (Lavatorio de pies);
  • Matrimonio, celebración de la unión de un hombre y una mujer ante Dios y la comunidad; y
  • Unción de los enfermos, signo de asistencia al enfermo.
Las diversas denominaciones surgidas tras la Reforma Protestante reconocen mucho menos de siete de estos en número variable; en general, los protestantes reconocen la naturaleza sacramental del bautismo y la Santa Cena (Eucaristía) y los de línea calvinista reconocen la profesión de fe equivalente a la Confirmación de los católicos, pero sólo cuando la persona ya es totalmente consciente de su salvación (actitud que también ha ido ganando aceptación entre varios grupos católicos)[cita requerida]. Grupos anabaptistas y hermandades añaden la inmersión.
Pentecostales y grupos carismáticos enfatizan los "dones del Espíritu" tales como la sanidad espiritual, profecía, exorcismo, hablar en lenguas, o (muy ocasionalmente) manejo de serpientes. Los cuáqueros niegan por completo el concepto de sacramento, pero sus "testimonios" de paz, integridad, uniformidad, y sencillez pueden ser mencionados como equivalentes funcionales. En general, la línea principal protestante tiende a ver a los rituales más una conmemoración que un misterio. Su concepto de prácticas cristianas incluye actos de piedad personal como la oración, lectura de la Biblia, y un intento de vivir de una forma moralmente correcta. Una profunda tradición dice que es imposible para la gente el reformarse por sí misma, pero que ese progreso sólo puede ocurrir con la gracia de Dios.
Los Bautistas reconocen el bautismo (por inmersión y solo a creyentes) y la cena del Señor como dos ordenanzas de Cristo para la Iglesia, mas no como sacramentos; por lo tanto los consideran no necesarios para la salvación

Bautismo


Representación del bautismo de Jesús
El bautismo es un rito usual por medio del cual se hace una iniciación al cristianismo. Involucra el rociar o derramar agua en la frente o la inmersión en agua. Se puede aplicar tanto a niños como a "creyentes adultos" (el cual puede incluir jóvenes adolescentes). Algunas tradiciones, como la que mantienen los bautistas insisten que el bautismo por inmersión de adultos creyentes es el único método válido, debido a que la palabra para "bautismo" que aparece en el texto griego koiné en el que fue escrito el Nuevo Testamento, baptizein, significa "sumergir", zambullir". Otros, como los católicos y ortodoxos, han reconocido ambos métodos en todas las épocas, pero añaden restricciones de quién puede dirigir válidamente el ritual.
El bautismo proviene de la práctica judía de la inmersión (mikveh) para propósitos de un ritual de purificación. La práctica cristiana es derivada del llamado de Juan el Bautista al arrepentimiento (metanoia), y, según el catolicismo, es para purificación del pecado original o, según la práctica protestante, para manifestar públicamente un nuevo nacimiento espiritual. Al contrario que el ritual judío de la inmersión, un cristiano sólo se puede bautizar (válidamente) una vez.





Culto semanal

En el libro Primera Apología de Justino Mártir (capítulo LXVII) se describe un oficio del siglo II, cuya estructura se puede identificar igualmente a la mayoría de las iglesias de hoy, que incluye los siguientes componentes:
·         Lectura de las Escrituras, iniciando con una lectura del Antiguo Testamento, uno de los Evangelios o de una epístola. A menudo se ordenan sistemáticamente en un ciclo anual, usando un libro llamado leccionario.
·         Un sermón. En tiempos antiguos la predicación seguía a la lectura de las Escrituras (como sucede hoy en el rito romano), en otros casos el sermón se sitúa al final del servicio.
·         Oración comunitaria y acción de gracias. Normalmente esto ocurre varias veces durante el servicio. Justino no menciona esto, pero algunas corrientes cristianas entonan himnos. Resulta habitual la recitación del Padrenuestro. En muchas corrientes protestantes esto ha sido sustituido por cánticos.
·         La Eucaristía (también llamada Santa Comunión), es un rito en el que se comen y beben pequeñas cantidades de pan y vino previamente bendecidos. Los protestantes dicen que representan el cuerpo y la sangre de Cristo; ortodoxos y católicos dicen que se transforman al cuerpo y la sangre de Cristo (doctrina conocida en la Iglesia católica como transustanciación). Las Iglesias en la familia "litúrgica" (ortodoxos, católicos y algunos anglicanos) consideran ésta la parte principal del servicio, mientras que los protestantes lo celebran de manera menos frecuente. En muchos casos hay restricciones de quién pueda tomar parte, por ejemplo, sólo católicos que no se encuentren en pecado mortal pueden tomar parte de ella en una Iglesia Católica.
·         Una "recolección" de "ofrendas" en el que a las personas se les pide que contribuyan con dinero. Los cristianos tradicionalmente usan estos dineros no sólo para mantener la iglesia, sino también para obras de caridad de varios tipos.
Existen un alto número de variaciones o excepciones; en algunas ocasiones, rituales como bautismos o bodas se incorporan al servicio. En muchas iglesias de hoy, los niños y los jóvenes son excusados de ir al servicio principal para ir a la Escuela Dominical. Muchas denominaciones se desvían del patrón general en una forma más fundamental. Por ejemplo, los Adventistas del Séptimo Día se reúnen en sábado (el Sabbath bíblico), no como el resto de las ramas del cristianismo, que las realizan en domingo. Pentecostales y carismáticos aseguran moverse espontáneamente en el Espíritu Santo, en vez de seguir un orden formal de servicio. En las reuniones de los cuáqueros, los participantes se sientan silenciosamente hasta que son movidos por el Espíritu Santo para hablar.
En algunas denominaciones (principalmente las litúrgicas), el servicio es dirigido por un sacerdote. En otros (principalmente entre protestantes), hay un ministro, predicador o pastor. Otros grupos pueden tener déficit de líderes formales, ya sea por principio o por necesidad local. Además, hay servicios "mayores" de iglesia, caracterizados por una gran solemnidad y rituales, y servicios "menores" en donde una atmósfera más casual prevalece, incluso si el servicio en cuestión es de naturaleza litúrgica.
En iglesias ortodoxas, la congregación tradicionalmente se mantiene a través de la liturgia. Los católicos romanos y muchas iglesias protestantes siguen algo predeterminado en donde los participantes se ponen de pie para cantar, se arrodillan para orar, y se sientan para escuchar (por ejemplo, en el sermón). Otros son menos programados, y pueden ser muy animados y espontáneos. Usualmente se incorpora música, y a menudo incluye un coro o un órgano. Algunas iglesias usan sólo música a capella ya sea como regla (muchas Iglesias de Cristo objetan el uso de instrumentos musicales en la adoración) o por tradición (como en la ortodoxa). Una tendencia reciente es el crecimiento de la "adoración integrada", la cual combina la liturgia con espontaneidad. Este orden en la adoración es a menudo un resultado de la influencia de la renovación carismática dentro de las iglesias que son tradicionalmente litúrgicas.

Estilo de vida cristiana

El Sermón del Monte
Al contrario que en otras religiones, el cristianismo no ha desarrollado un código legislativo religioso, probablemente debido a que el Imperio romano ya poseía un código penal funcional, haciendo innecesario para las autoridades cristianas el duplicar varias de sus prohibiciones.
Existe una gran tradición dentro del cristianismo al decir que Cristo excede las leyes del judaísmo; que el amor (a Dios y al prójimo) es el "Gran Mandamiento", desde el cual todas las otras leyes morales son obtenidas; que ningún ser humano puede esperar evitar el pecado completamente; que una persona no debe juzgar a otros (teniendo únicamente Dios ese privilegio), entre otras.
Aun así, el Nuevo Testamento también contiene importantes guías morales para los cristianos. Jesús en el Sermón de la montaña le pide a sus seguidores, entre otras cosas, el amar a sus enemigos, ser preseverantes, misericordiosos, y humildes; en Marcos 10:21 le pide a un "joven hombre rico" vender sus posesiones, y darle el dinero a los pobres. Sin embargo, el pedido de Jesús en este caso no fue un enfoque en vivir una vida sin riqueza alguna, sino más bien desenmascarando la idolatría en el corazón de la mayoría de los ricos.
Algunos cristianos dicen que estas directivas son extraordinariamente difíciles, bordeando lo impracticable. Al mismo tiempo, la mayoría de los cristianos admiran a aquellos cuyas vidas parecen personificar estos principios, como Francisco de Asís, Albert Schweitzer o la Madre Teresa.
Algunos juicios morales de Jesús son más abordables, pero todavía no son de práctica general entre todos los cristianos. En el Sermón del Monte él habla en contra del divorcio (un tema controvertido en muchas denominaciones cristianas), y contra el juramento (una prohibición enfatizada principalmente por los cuáqueros).

Oración

Artículo principal: Oración en el cristianismo.
Todas las versiones y variaciones conocidas del cristianismo practican la oración. Las oraciones cristianas puede ser formulistas, improvisadas o inspiradas por el Espíritu Santo. Las oraciones normalmente se agrupan en categorías de acción de gracia, adoración, petición, intercesión y comunión. Las oraciones cristianas pueden ser dirigidas a Dios Padre, a Cristo o a un santo (en el caso de los católicos y ortodoxos). Los católicos han desarrollado una práctica devocional de orar el rosario. Entre las oraciones formulistas el Padre Nuestro y los Salmos, y en círculos católicos el Ave María son las mas comunes.
La pregunta sobre la eficacia de la oración está llena de diferendos teológicos. Algunas iglesias enseñan que la oración es capaz de alterar el ambiente físico, tomando en cuenta cosas como la sanidad espiritual. Ejemplos de este tipo de iglesias incluyen la Ciencia Cristiana así como varias iglesias del Nuevo Pensamiento.
Al final de cada oración, normalmente se dice Amén ("así sea").

Festividades

Católicos, cristianos orientales y cerca de la mitad de los protestantes siguen un calendario litúrgico con varias festividades.
Incluso cristianos que no siguen una tradición litúrgica se les puede ver celebrando Navidad y Pascua, aunque existen desacuerdo en cuanto a las fechas de celebración. Unas cuantas iglesias objetan el reconocimiento de festividades especiales, pero no obstante afirman los eventos que se celebran en las festividades. En esta materia, la encarnación y resurrección de Cristo se celebra en los servicios de cada iglesia.
Una antigua tradición en el cristianismo (probablemente inspirada en la tradición judía) y practicada por Jesús durante su vida, era el ayuno. El catolicismo distingue entre "ayuno" (que involucra tres comidas diarias, en las que sólo una puede incluir carne roja) y "abstinencia" (ninguna carne roja). El período de ayuno más conocido es la cuaresma. En la actualidad, la iglesia católica ha ido sustituyendo esta práctica por un ayuno que implica el privarse de algo deseable como ofrenda a Dios. Cerca de la mitad de los protestantes carecen de la tradición del ayuno. En iglesias evangélicas y denominaciones paradenominacionales, el ayuno se practica frecuentemente, muchos de los cuales lo llevan a cabo con abstinencia total de alimentos durante un lapso de tiempo, ingiriendo solamente agua.[11]


Símbolos

El símbolo de la cruz-ancla,[12] acompañado por dos peces, grabado en una catacumba cristiana.
Uno de los símbolos cristianos originarios fue el del pez o Ichthys (del griego, en letras mayúsculas, IXΘΥΣ).[1] [2] Este vocablo conformaba un acrónimo: «ησοῦς Χριστός, Θεοῦ Υἱός, Σωτήρ», (Iēsoûs Christós, Theoû Hyiós, Sōtḗr) que, traducido al español, significa «Jesús Cristo, Hijo de Dios, Salvador». Junto con el símbolo del ancla,[12] el pez fue uno de los más utilizados por los cristianos primitivos.
El símbolo más conocido del cristianismo es sin duda la cruz, la cual apareció como símbolo una vez que Jesús fue asesinado en ella, y sobre la que existen una gran variedad de formas. Algunos afirman que la cruz es el primer logo exitoso a nivel mundial[cita requerida]. Varias denominaciones tienden a favorecer cruces distintivas: el crucifijo para los católicos -dentro del cual diversas órdenes religiosas también incluyen variantes para identificarse, como la Tau franciscana o la Cruz de Calatrava de los Dominicos-, la cruz ortodoxa para los ortodoxos, una cruz sin adornos para los protestantes. Sin embargo, no es una regla utilizar una u otra cruz. Constantino I el Grande utilizó también el Crismón para identificarse con el cristianismo, este último está formado por las primeras dos letras griegas del nombre "Cristo".


Denominaciones

Véase también: Denominaciones cristianas.
A través de su historia, el cristianismo ha pasado por numerosas divisiones generando diversos grupos con creencias y tradiciones propias que varían de acuerdo a la cultura y el lugar. Estas amplias divisiones, a su vez, no son homogéneas. Por el contrario, algunas ramas poseen amplios desacuerdos y en otros casos la división omite simpatías existentes. Desde la Reforma, el cristianismo se representa normalmente como dividido en tres ramas principales, Católicos, Ortodoxos y Protestantes:,[13] pero históricamente